A pesar de que la cerveza sigue siendo la bebida alcohólica más consumida por los mexicanos, el vino es la que presenta un mayor crecimiento de ventas desde el 2015 al 2019.
Dicho crecimiento en el consumo, se debe a un mayor desarrollo de las importaciones. Y también a que se está realizando más producción de vino nacional. Todo ello viene influenciado por una serie de acciones públicas para el fomento de la cultura del vino y la formación del consumidor.
Mediante sesiones informativas y la organización de catas, el consumidor mexicano ha tomado conciencia de las distintas alternativas disponibles, generando así, un incremento de las ventas de vino en el país latinoamericano.
Esa formación del consumidor le permite desarrollar un paladar más sofisticado, y de esta forma, una motivación para probar marcas de mayor valor y calidad como son los vinos procedentes de España.
Con respecto a 2020 y a pesar de que aún es pronto para cuantificar el impacto de la crisis sanitaria en el consumo del vino en México, se aprecia un cambio radical con caídas extremas. Este descenso de ventas está provocado por el confinamiento con el respectivo cierre de bares y hoteles, la Jornada de Sana Distancia y la imposición de la Ley Seca en varias alcaldías y municipios del país.